Por: Miguel Angel Trujillo

En Colombia, la informalidad laboral alcanza el alarmante 57,7%, reviviendo sombras de la crisis pandémica sin una emergencia que lo justifique.

Colombia parece haberse quedado atrapada en un ciclo oscuro del que no puede salir: el del trabajo sin garantías, sin derechos, sin futuro. En marzo de 2025, la informalidad laboral se disparó al 57,7%, un nivel que no se veía desde los momentos más críticos de la pandemia. Es como si el país hubiera retrocedido tres años… pero sin una emergencia sanitaria que lo justifique.

Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, lanzó una cifra que escandaliza: “El 92 % de los nuevos empleos fueron informales. Solo 85.000 personas consiguieron trabajo formal.” Esto significa que por cada empleo digno que se crea, hay once que empujan al trabajador a la incertidumbre y la desprotección. Charles Chapman López, socio de Chapman Wilches, agregó: “Durante este gobierno, la informalidad ha crecido tanto como en pandemia. Colombia es el país más informal de toda la OCDE.”

Según el DANE, hay ciudades donde el panorama es simplemente alarmante: Sincelejo con un 68,9 %, Riohacha con un 64,8 % y Valledupar con un 64,4 % de informalidad. En contraste, las ciudades con menor informalidad fueron Manizales con 35,1 %, Pereira con 38,1 % y Bogotá con 38,2 %. Sin embargo, Bogotá experimentó el mayor incremento reciente, subiendo 4,9 puntos porcentuales, lo que indica que la crisis se expande.

Hasta enero de 2025, solo 230.000 trabajadores independientes cotizaban a seguridad social, frente a los 10,4 millones de empleados afiliados. Esto revela que millones de colombianos están trabajando por su cuenta, sin respaldo del sistema, completamente expuestos ante cualquier emergencia. Ximena Duque, presidenta de Fedesoft, advirtió: “La discusión sobre el futuro del trabajo debe centrarse en promover la formalidad, el empleo digno y la competitividad.” La informalidad avanza sin freno en Colombia, dejando a millones sin derechos ni seguridad. Urge tomar medidas reales para rescatar el trabajo digno antes de que sea demasiado tarde.