Por: Katherine Cruz

El volcán Puracé sacudió la calma con dos explosivas emisiones de ceniza este miércoles, alcanzando alturas de hasta 700 metros. La Alerta Naranja persiste, manteniendo la región en vilo ante su actividad constante.

El miércoles 3 de diciembre de 2025, el imponente volcán Puracé, vigilado de cerca por el Servicio Geológico Colombiano (SGC), protagonizó dos eventos que encendieron las alarmas en la región. A las 11:34 a. m. y a la 1:34 p. m., la majestuosa montaña expulsó columnas de ceniza, que se elevaron entre 500 y 700 metros sobre su cráter. Estos sucesos reafirman la persistencia de la Alerta Naranja, declarada hace apenas unos días.

Desde el Servicio Geológico Colombiano, la entidad a cargo del monitoreo constante, se ha hecho hincapié en que, aunque impactantes visualmente, estas emisiones resultaron ser de menor magnitud que las registradas la semana anterior. La institución insiste en que los valores se encuentran dentro de los parámetros esperados para el actual nivel de Alerta Naranja, un recordatorio constante de la impredecible naturaleza del coloso. La tranquilidad, sin embargo, no es absoluta entre los habitantes cercanos.

La secuencia de eventos no se limitó a las emisiones de ceniza. Entre los dos episodios eruptivos, los equipos de monitoreo del SGC detectaron señales sísmicas, un indicio de la actividad interna que bulle bajo la superficie del Puracé. Esta cadena de acontecimientos se da en el marco de la Alerta Naranja, que fue establecida el pasado 29 de noviembre, marcando un periodo de especial atención sobre la cadena volcánica Los Coconucos.

A pesar de que el SGC no considera estos últimos eventos como un cambio relevante en el comportamiento general del Puracé o de la cadena volcánica, la Alerta Naranja sigue más vigente que nunca. Las autoridades han reiterado un llamado a la calma, pero sin bajar la guardia, instando a la población a informarse exclusivamente a través de los canales oficiales del Servicio Geológico Colombiano y la UNGRD. El monitoreo ininterrumpido las 24 horas del día es la única garantía ante la constante amenaza que representa el gigante andino.