Por: Miguel Angel Trujillo

Carlos Ramón González, exdirector del Dapre, rechazó las acusaciones de cohecho, peculado y lavado de activos durante una audiencia virtual.

El escándalo de corrupción que sacude a Colombia se intensificó este martes con la audiencia virtual en la que Carlos Ramón González, exdirector del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), enfrentó serias acusaciones por parte de la Fiscalía General de la Nación. La Fiscalía imputó a González tres delitos graves en relación con su gestión en el Dapre y su supuesta implicación en irregularidades en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).

“No acepto los cargos, ya que todas son calumnias sin fundamento”, afirmó González en su defensa. La Fiscalía sostiene que el exfuncionario habría utilizado su influencia para manipular a los congresistas Iván Name y Andrés Calle, buscando apoyo a las reformas del Gobierno a cambio de beneficios indebidos. Estas acusaciones se basan en testimonios de exfuncionarios de la UNGRD y documentos que han salido a la luz en los últimos meses.

El caso ha revelado un presunto esquema de desvío de fondos públicos destinados a la atención de emergencias en Colombia, poniendo en entredicho la integridad de varios funcionarios y políticos. La implicación de González ha sido especialmente controversial, dado su alto perfil y las responsabilidades que tenía como director del Dapre.

Este escándalo no solo ha tenido repercusiones legales, sino también políticas, con la suspensión de miembros del Partido Verde y un clima de desconfianza generalizada entre la ciudadanía. La audiencia de medida de aseguramiento, programada para el 6 de junio, será crucial para determinar el futuro de González y posiblemente el de otros implicados en el caso. La sociedad colombiana espera ansiosa por resultados que puedan restaurar algo de fe en sus instituciones.