Por: Maria Camila Gonzalez Mosquera

¡Deudas de manutención? Olvídate de tus planes de viaje. Jueces colombianos prohíben la salida del país a morosos alimentarios. ¡Entérate!

En Colombia, la pesadilla de muchos padres incumplidos se ha vuelto realidad: la imposibilidad de salir del país por deudas de alimentos. Esta medida, lejos de ser reciente, se basa en leyes que buscan proteger a los menores y garantizar su derecho fundamental a la alimentación. La prohibición se fundamenta en normas ya existentes, como el Código de Infancia y Adolescencia y el Código General del Proceso. El objetivo es claro: asegurar el bienestar económico de los hijos.

Entre los casos documentados se encuentran Jair Alfonso Forero Mayorga, quien se vio impedido de viajar a Brasil por una deuda alimentaria, y Ferney Efrén Murcia Miranda, con una deuda superior a 60 millones de pesos. Estos ejemplos demuestran la firmeza de la justicia colombiana para perseguir el incumplimiento de las obligaciones alimentarias. La decisión judicial no sólo afecta la libertad de movimiento, sino que también puede generar consecuencias laborales y económicas adicionales para el deudor.

La prohibición de salida se decreta cuando un juez considera que existe un riesgo real de incumplimiento o evasión de la obligación alimentaria. Este riesgo se evalúa caso por caso, teniendo en cuenta la historia del deudor y la magnitud de la deuda. La medida se sustenta en leyes como la Ley 2097 de 2021, que creó el Registro de Deudores Alimentarios Morosos (Redam), herramienta que incrementa las posibilidades de recuperación del dinero y facilita el control de los deudores.

La consecuencia directa de esta medida es la imposibilidad de viajar al exterior, lo cual representa un severo golpe para quienes tienen compromisos laborales o personales fuera del país. Además, la medida puede acarrear otros problemas, como dificultades para obtener préstamos o realizar transacciones financieras. El mensaje es contundente: cumplir con las obligaciones alimentarias es fundamental, no solo por el bienestar de los hijos sino también para mantener la libertad personal.